Saltar la navegación

¿Qué se puede hacer?

A continuación vas a encontrar 10 ideas (un decálogo) para afrontar el problema de los océanos:

  1. Reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía.
    Se pueden reducir los efectos del cambio climático en el océano dejando el coche en casa cuando puedas. Hay que ser consciente del consumo de energía en el hogar y el trabajo e intentar reducirlo. Cambiar a bombillas compactas de luz fluorescente y utilizar las escaleras son cosas simples por las que uno puede empezar.
  2. Hacer compras seguras y sostenibles de pescado. Poblaciones mundiales de peces se están agotando rápidamente debido a la demanda, la pérdida de su hábitat y las prácticas de pesca insostenibles. Al hacer la compra o salir a cenar, ayudar a reducir la demanda de estas especies sobreexplotadas escogiendo productos saludables y sostenibles.
  3. Utilice menos productos de plástico. Los plásticos que terminan como basura en el mar contribuyen a la destrucción de los hábitats y pueden provocar la muerte a miles de animales marinos cada año. Para limitar su impacto, podemos reutilizar las botellas de agua, guardar los alimentos en recipientes no desechables, utilizar bolsas de tela para transportar nuestras compras. En el fondo se trata de reciclar lo máximo posible.
  4. Ayudar a cuidar las playas. Si te gusta el buceo, el surf, o relajarse en la playa, intentaremos dejar el lugar recogido una vez abandonemos la playa. Intentaremos también alentar a tantas personas como podamos a respetar el medio marino y haciéndoles partícipe de ello.
  5. No comprar productos que se aprovechan de la Vida Marina. Algunos productos contribuyen al daño de los frágiles arrecifes de coral y las poblaciones marinas. Evite comprar artículos tales como joyería de coral, accesorios para el cabello hechos con conchas (a partir de las tortugas carey), y productos derivados del tiburón.
  6. Amigo del mar. Intentar ir con cuidado con los alimentos provenientes del mar que le damos a nuestras mascotas. Leamos las etiquetas de los productos y consideremos la sostenibilidad de estos a la hora de comprarlos. Evitar comprar para un acuario los peces de agua salada capturados de su hábitat natural ni arrojar peces u otras especies marinas criadas en acuarios al mar, esta práctica puede introducir especies no autóctonas perjudiciales para el ecosistema existente.
  7. Apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger el Mar. Muchos institutos y organizaciones están luchando para proteger los hábitats marinos y la fauna marina. Encontrar una organización nacional y considerar la posibilidad de apoyo financiero o de voluntariado para el trabajo práctico o de promoción.
  8. Influir un cambio en su comunidad. Realice investigaciones acerca de la política oceánica de los funcionarios públicos antes de las elecciones o ponerse en contacto con sus representantes locales para hacerles saber que apoya los proyectos de conservación marina. Considere la posibilidad de restaurantes solidarios y tiendas de alimento que ofrecen sólo productos pesqueros sostenibles.
  9. Viajar por el mar responsablemente. Si practica deportes como el kayak u otras actividades que se realicen en el agua, no tire nada por la borda y sea conscientes de la vida marina que habita en las aguas que le rodean. Si está planeando hacer un crucero para sus próximas vacaciones, elija la opción que sea más respetuosa con el medio ambiente.
  10. Obtener información sobre los océanos y la vida marina. Toda la vida en la Tierra está conectada con el océano y sus habitantes. Cuanto más informado esté acerca de los problemas a los que se enfrenta este sistema vital, más querrá ayudar a garantizar su protección e inspirará a otros a hacer lo mismo.

¿Qué sabemos de los textos narrativos?

Duración:
1 sesión
Agrupamiento:
Grupo

Los problemas que enfrentan los océanos es un tema plagado de historias reales, fantásticas y siempre interesantes que merecen la pena ser contadas. Y esa será precisamente nuestra misión. Sin embargo, para poder cumplirla con éxito debemos, en primer lugar, recordar y analizar los elementos temáticos, estructurales y lingüísticos propios de los textos narrativos. Sin duda, esta será también una interesante aventura.

¿Qué sabes acerca de los textos narrativos? Responde a las siguientes cuestiones:

  • ¿Cómo definirías la narración?
  • ¿Qué tipos de narración conoces?
  • ¿Sabrías enumerar algunos rasgos lingüísticos que caracterizan a los textos narrativos?
  • ¿Qué podrías decir en torno a los siguientes elementos de la narración?
    • Narrador
    • Acción
    • Personajes
    • Tiempo
    • Espacio

Responderemos a las preguntas rellenando la plantilla de la narración.  Para ello, utilizaremos la estructura cooperativa 1-2-4: completamos la plantilla individualmente; a continuación, comparamos nuestras respuestas con las de una de las personas que integran nuestro equipo para llegar a acuerdos comunes; y, por último, nos reunimos con la otra pareja de nuestro equipo y ponemos en común nuestras respuestas. En el caso de que el equipo esté formado solamente por dos personas nos saltaremos el segundo paso.

Para finalizar, comentaremos en gran grupo nuestras respuestas, corregiremos aquellas que no sean correctas y completaremos lo que nos falte. De hecho, la colaboración de todos es importante para llevar a cabo nuestra tarea con éxito.

Analizamos textos narrativos

Duración:
1 sesión
Agrupamiento:
Grupo

Ahora que hemos revisado y ampliado nuestros conocimientos en torno a la narración y nos hemos convertido en expertos en la materia, vamos a leer y analizar dos ejemplos de textos narrativos muy diferentes entre sí.

Para analizar los dos textos anteriores utilizaremos la estructura del texto narrativo que hemos conocido en la actividad anterior y la estrategia de la estructura cooperativa de lápices al centro. Así, después de acordar entre todos los miembros del equipo quién se encargará de la primera pregunta, uno de nosotros la leerá y dará su respuesta. Los demás, mientras tanto, escucharán con atención y harán sus aportaciones en el caso de que sea necesario. Cuando hayamos llegado a un acuerdo, cogeremos los lápices, que hasta ese momento han estado encima de la mesa, y escribiremos la respuesta consensuada por todos. Mientras escribimos nadie puede hablar, de la misma manera que mientras ponemos en común las respuestas nadie puede escribir. A continuación y siguiendo el orden de las agujas del reloj, una segunda persona leerá y dará la respuesta que considere adecuada para la siguiente actividad. Y así sucesivamente hasta que todas las preguntas hayan sido respondidas y se hayan solucionado todas las dudas que hayan podido surgir.

La corrección de este ejercicio se llevará a cabo utilizando la técnica cooperativa conocida con el nombre de “Uno por todos”: el profesor o profesora recogerá al azar el ejercicio completo realizado por uno de los miembros del equipo, y la calificación obtenida será la misma para el resto de las personas de su equipo.

Nos convertirmos en narradores

Duración:
2 sesiones
Agrupamiento:
Individual

En la actividad anterior hemos investigado las características propias de los textos narrativos y hemos analizado dos relatos. Ahora nos toca a nosotros escribir nuestras propias narraciones climáticas. Pueden ser reales o realistas, lo que implica que todo lo que contemos debe tener una base científica (es decir, que tiene que estar basado en datos reales). En cualquier caso, han sucedido muchas historias dignas de ser contadas: no debemos olvidar que estamos en la época de Greta Thunberg, esa niña sueca que inspiró al mundo, pese a su juventud, con sus protestas contra el cambio climático. Y también es una época de sucesos impensables: refugiados climáticos, como los habitantes de Tuvalu (el cuarto país más pequeño del mundo) que han firmado un acuerdo con Australia, ya que se estima que para 2050 sus infraestructuras esenciales pueden estar en grave riesgo debido al aumento del nivel del mar.

En resumen, son muchas las aventuras en las que podemos inspirarnos para construir nuestros relatos porque sabemos ya mucho acerca de los océanos y sus problemas y, por lo tanto, tenemos mucho donde elegir. ¿Preparados para ponernos en la piel de un personaje (anónimo o conocido) relacionado con esta temática y narrar alguna de las múltiples experiencias que le tocó vivir? ¡Crucemos el umbral que nos separa de la aventura!

 Recursos:

Evaluación:

Cada una de las narraciones se valorará de acuerdo a los criterios que están recogidos en la rúbrica de evaluación de un texto narrativo, por lo que es conveniente leerlo con atención antes de emprender la tarea.

 

5 minutos para reflexionar

Es momento de pararse a pensar un poco en qué es lo que hemos hecho y cómo nos hemos sentido. De manera individual, escribimos una entrada en nuestro diario de aventuras que se titule ´Agua salada´, que recoja los apartados de esta tabla y que esté estructurada en párrafos y tenga una extensión mínima de 200 palabras:

  • ¿Qué he aprendido? ¿Hay algo que me haya sorprendido?
  • ¿Qué me ha resultado más difícil? ¿Por qué?
  • ¿Qué tareas hemos hecho?
  • ¿Cómo hemos trabajado en equipo?

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)